La fotografía no es lo mío.

No no, no es lo mío, y mira  que me encantaria tener una buena camarita de esas que se ven por ahí, pero de momento no se puede, tiempo al tiempo. Tuve una época que me obsesionaba con eso de las metas, en descubrirlas, alinearlas y alcanzarlas pero me agobiaba bastante yo solita y no era plan. Siempre he sido incapaz de seguir rutinas durante periodos largos de tiempo y me distraigo facilmente pero no abandono casi nada a medias y fabrico paciencia cada noche...jiji. Siempre le he dado demasiadas vueltas a las cosas aunque para tomar decisiones intento confiar en mi instinto, si en ese caso en concreto lo identifico, porque cuando analizo la decisión siempre me equivoco o creo que lo hago. Bueno paro ya de divagar que no quiero dormiros y os enseño este pastelito que le hice a una buena amiga. Mi hija Clàudia es muy amiga de su hija y antes se quedaba muchas veces en su casa. Este año también ella cumplía los 40 asi es que me ofrecí para ser la repostera oficial de la fiesta sorpresa que le prepararon los amigos. Lástima que no tengo ninguna foto del corte porque en este caso era un bizcocho de naranja con otro de chocolate en el medio. Me comentó Raquel que estaba de muerte y de hecho había tanta gente en su fiesta que me salieron dos pedidos a raíz del regalito...jiji, asi que valió la pena dormir poco porque todos los pasteles realizados en verano llevan consigo un plus de sueño, pero es a causa de mi trabajo eh (soy camarera). Raquel te deseo lo mejor! muas muas.